Ginecología

Endiometrosis

La endometriosis se define como la presencia de tejido endometrial fuera de la cavidad uterina.

Este endometrio tiene la capacidad para crecer, infiltrar e incluso diseminarse. No es un proceso infeccioso, pero presenta componentes similares a una respuesta inflamatoria.

Se desconoce la verdadera prevalencia global de la endometriosis porque la cirugía es el único método fiable para el diagnóstico y, generalmente, no se lleva a cabo en pacientes asintomáticas. La mayor parte de los cálculos estiman su frecuencia entre el 5-20% de las mujeres con dolor pélvico y entre el 20-40% de las mujeres infértiles.


Es una enfermedad hormono dependiente que suele aparecer en mujeres en edad fértil (25-30 años), blancas, con edad de primera menstruación temprana, ciclos cortos y menstruaciones prolongadas.

Puede haber una historia familiar positiva previa.

La endometriosis se clasifica atendiendo a distintos criterios. La clasificación más utilizada es la de la sociedad Americana de Fertilidad que establece 4 estadios: mínimo, leve, moderado y severo, según el tamaño y localización de las lesiones y la presencia y características de las adherencias.

La presentación de los síntomas es muy variable por eso con frecuencia hay una demora entre la aparición de estos y el diagnóstico definitivo.

Los síntomas más frecuentes son: dolor severo con las reglas, molestias con las relaciones sexuales, dolor pelviano crónico y dolor con la ovulación.

El examen físico de las pacientes puede ser normal y una proporción significativa de las pacientes afectadas no tienen ningún síntoma.

El diagnóstico se basa en:

Anamnesis:
Elaborar una historia clínica detallada y la exploración física de la paciente.
Analítica de sangre:
La determinación del marcador Ca-125 nos puede orientar hacia el diagnóstico de la enfermedad aunque su sensibilidad es baja.
Ecografía transvaginal:
Esta puede ser útil para el diagnóstico de mujeres con endometriosis avanzada y es particularmente eficaz para el diagnóstico de endometriomas ováricos.
Ecografía transrectal:
Útil para la evaluación del tabique recto-vaginal o ligamentos útero-sacros.
RNM:
Para el diagnóstico de la endometriosis profunda (uretral,vesical o intestinal).
Laparoscopia:
Es la prueba diagnóstica por excelencia en la actualidad. Se realiza mediante la observación directa de las lesiones acompañándose a veces de la toma de biopsias.

El tratamiento se debe individualizar en función de la edad, la extensión de la enfermedad, duración de la infertilidad, deseo reproductivo de la paciente y severidad de los síntomas.

Tratamiento expectante
Se realiza en mujeres asintomáticas con enfermedad leve y en aquellas en que el diagnóstico se ha realizado de forma casual. En estas mujeres una alternativa terapéutica es aconsejar embarazo, dado que en general se produce una importante involución de las lesiones.
Tratamiento médico
Se realiza en mujeres con enfermedad leve o moderada para controlar el dolor pero no tiene efecto sobre la fertilidad. Se usan como tratamiento: los anticonceptivos hormonales, el DIU de levonorgestrel, los progestágenos, los análogos de la GnRH, el danazol y la gestrinona.
Tratamiento quirúrgico
Está indicado en las mujeres que esperan restablecer o preservar la fertilidad y que presentan una endometriosis moderada o grave que distorsiona la anatomía del aparato reproductor. Los objetivos son restablecer la anatomía extirpando o destruyendo toda la enfermedad visible en la medida de lo posible y así evitar o retrasar la reaparición de la enfermedad. La técnica de elección es la laparoscopia quirúrgica.